¡Qué duro es el mundo y que duro de comprender. Dereck se encontraba en un bucle sin salida. En su mente no paraba de pensar en ´cómo había llegado a ser de este mundo, cuando en verdad, el mundo que nos rodea es duro como la piedra. O tal vez sea por que, cuando nacemos, debemos a aprender a ser fuertes para combatir cualquier mal que nos atormente. Saltar o trepar muros para sobrevivir en un mundo de guerras y batallas por luchar.
Dereck en ocasiones se enfrascaba en sus propios pensamientos, siendo éstos un tanto filosóficos. Ojeando un libro encontró en una página un símbolo que le llamó la atención. Era un mensaje enigmático que no podía comprenderse en una sola lectura. En ella se podía leer frases como «lo que está abajo es como lo que está arriba», lo que podría suponer una alusión, de nuevo, al tiempo. Dereck después de ojear el trazado del símbolo y su inquietante significado. Logró entender que todo está de alguna manera conectado. «Principio es final y el final es principio».
Que si la vida le había estado poniendo baches por el camino, obstáculos por los que saltar, se entendía que era para que cada uno de nosotros hemos de valernos por nosotros mismos. Para ser fuertes en esta vida y competir por las metas a las que aspiramos. En esta vida no hay que rendirse. Ser cómo la roca. Dura y fuerte por fuera y sabía por dentro.
Escaneó la imagen y en la pared de su habitación la enmarcó. Ahora cada día al levantarse y cada noche al acostarse le hacía pensar en su significado y en lo que significaba, al menos, para Dereck.