Las pirámides de Guizza fueron construidas por los faraones. El objetivo de estas pirámides tenía un objetivo: perdurar una eternidad. Y ése objetivo fue logrado. Cómo ni nosotros mismo lo sabremos. El secreto los mismo faraones se lo llevaron a su tumba. Nosotros en la actualidades solo podemos sacar conjeturas de lo cómo pudieron conseguirlo. Las monumentales tumbas son reliquias de la época del Reina Antiguo de Egipto y se construyeron hace 4500 años. O al menos, esa información es la que pudimos extraer de los libros antiguos.

Muchos fueron los arqueólogos que intentaron averiguar o sacar información valiosa de su interés, pero nadie encontró nada que pudiera relacionar el sentido de la eternidad, con la realidad misma de que una parte de la historia era cierta. Los humanos no creían en la eternidad y por otro lado tenían pruebas de las existencia de las pirámides y de los años que llevaban aguantando, como si desde el primer día se tratara.

Hay misterios ocultos que en la mente del ser humano actual se escurre entre los dedos, como la arena misma del desierto.
Los egipcios consideraban que la eternidad no sólo se alcanzaba a través de la conservación del cuerpo sino mediante la repetición del nombre y la imagen. Por ello, el culto a la memoria del difunto ocupaba un lugar destacado en las estructuras funerarias. Las estructuras de las pirámides Guizza eran una de ellas.

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