La mafia aún existe aunque ésta es muy escurridiza y es capaz de esconderse en lugares que jamás se nos ocurriría visitar. Cabe luna mínima posibilidad de que nos hayamos cruzado con alguien perteneciente a este mundillo, sin tener constancia de ella. Su paradero siempre es desconocido. Son como lagartijas que se esconden y cuando salen lo hacen sin ser vistas. Especialmente en la noche. Así es la mafia.
De entre todos los mafiosos es bien conocido un hombre que se dice llamar «El Padrino». Es el que domina el clan de todos aquellos que trabajan para el. Conoce al dedillo de su mano a todos aquellos que son sus enemigos y cuáles son sus debilidades, con el fin de eliminarlos.

Lukas había oído hablar de él. Necesitaba encontrarlo costara lo que costara. Necesitaba que alguien le hiciera un trabajo. No una cualquiera. Necesitaba terminar con una persona. Y Luka no tenía ni la fuerza ni ningún arma para eliminarlo. Uno de sus mejores amigos, después de enterarse de su reciente divorcio. Fue a visitarlo a su casa y lo encontró con una mujer en su habitación. Al ver de quien se trataba, antes de irse clamó venganza.
—¡Gloria! —exclamó sobresaltado
—¡Eh, Luka! —te lo puedo explicar. intentó explicarse su amigo.
—¡Sebas! —no hay nada que explicar. Basta ver lo que aquí está pasando. ¡Esto no termina aquí! — saliendo de la casa.

Ahora Luka quería matar al que había considerado su amigo durante siempre. Llevaba tanto odio en su corazón que fue en busca de quien podría ayudarle. Se internó en la noche, por los callejones donde abundaba la chusma, preguntando si alguien conocía a «El Padrino».
—¿Quién lo pregunta? —preguntó un chico que esnifaba en el callejón. —Tal vez pueda ayudarte. Depende de lo que quieras.
—Necesito hablar con el para deshacerme de alguien.
—Ven, acompáñame. Luka lo siguió por los callejones malolientes y oscuros, hasta llegar a una guarida. El chico golpeó tres veces con los nudillos.
—¡Pasad! — dijo un hombre robusto con su puro en la mano. ¿Qué queréis?
—Necesito de sus servicios. Necesito terminar con una persona.