Carla se encontraba tomando una taza de chocolate en el pub donde trabajaba su actual pareja; Sergio. Sus relaciones nunca habían llegado a buen puerto, eran de las que nunca había conseguido poder mantener una relación estable. El por qué, ni ella lo sabía.

Conocer a Sergio fue una de las cosas que más agradecía a la vida. Era un chico atento, servidor, amable, cariñoso y todo lo que una mujer espera encontrar en un hombre y que es casi imposible. Los príncipes azules solo existían en los cuentos. Sergio era una excepción. Carla sostenía la taza caliente, mientras observaba cómo se acercaba Sergio.

__Hola preciosa __le saludó cariñosamente, mientras se sentaba a su lado, dando por terminada su jornada laboral.

Mientras Carla le ofrecía un beso en los labios, ambos fueron interrumpidos por el tintineo de la puerta al abrirse, haciendo caso omiso del cartel «cerrado».

Una mujer alta de cabellos ondulados y esbelta figura, entreabrió la puerta mirando fijamente a Sergio con sus ojos pardos.

__¿Caroline? __preguntó confuso al ver a la mujer.

__Siento interrumpir tu velada, Sergio. Tu y yo __prosiguió __tenemos algunas temas pendientes de los que hablar.

__¿Como me has encontrado? __preguntó sin salir de su asombro. Y respondiendo a tu respuesta. No. No tenemos nada de que hablar tu y yo.

__Sergio ¿Quién es esta mujer? y ¿de qué te conoce? __empezó a preguntar Carlota con el ceño fruncido.

En el pub la tensión empezó a aumentar, mientras afuera el sonar de un trueno, anunciaba que se acercaba una tormenta. Carlota se quedó mirando a ambos y sus pensamientos divagaron en una posible exnovia de Sergio. Aunque, había un parecido en ellos un tanto peculiar.

__Hermanito__ no nos has presentado, le dijo a Sergio, mientras Carlota terminaba de sorber de su taza.

__Ni falta que hace, Caroline.

__Mi nombre es Carlota. Lo que tengas que decir a Sergio, lo puedes decir delante mío. Entre nosotros no hay secretos

__Sergio…titubeó Carlota.

__Hermanito__ allí afuera hay una batalla que librar. Tal vez la muerte esté esperando a la vuelta de la esquina. O tal vez, la venzamos, como otras tantas veces. Vengo a prevenirte. Nuestros enemigos se hacen llamar los Dragons y nosotros como guerreros que somos, hemos de ponernos en marcha.

Carlota al saber la verdad, entrenada junto a Sergio y su hermana Caroline. Una nueva vida había empezado para ella.

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