He habitado mucho tiempo en la oscuridad. Tanto tiempo perdido, esperando una respuesta tuya. Los años transcurren y tú no apareces en ella. Anclado en esta oscuridad y viendo pasar el tiempo. Un tiempo que sé que he perdido y no podré recuperar. Tiempos perdidos en esta cueva que es la mía. Solo. Con la compañía de la soledad.
Cuánto tiempo perdido vagando por la oscuridad. Esperando el momento en volver a ver tu rostro. Un rostro que tal vez, no vuelva ver. Solo en mi mente estás. Es allí donde puedo encontrarte. Me maldigo, sin éxito alguno. Me arrepiento de no haber salido de esta cueva y salir a la dolorosa luz del día, para ir en tu busca. Tiempo perdido que no volveré a recuperar.
Cada segundo, cada minuto de esta vida, he desaprovechado, pensando, rogando, maldiciéndome y haciéndome preguntas sin obtener ninguna respuesta; más que la del silencio.
He derramado hasta la última gota de sangre de mis lágrimas malditas. Soy la maldad que amaba, anhelaba lo imposible. Amar, desear y poder estar junto a ti, mientras nos jurábamos amor eterno. Ésos eran mis sueños. Sueños que con el tiempo se han ido evaporando y marchitando.
Me cubro el rostro, atormentado. El tiempo no se detiene y los años transcurren. Yo seguiré siendo el mismo, en cambio, tú te marchitarás, como una flor. ¿Por qué?, ¿Por qué?. Tuviste la ocasión de venirte conmigo, ser mi compañera, vivir una vida eterna junta a mi. Pero el miedo, te lo impidió y de mi lado, te fuiste. Tan solo recuerdo tus ojos, enamorados. Por un lado, deseabas quedarte, por otro, el miedo venció y de mi te alejaste.
He dejado de pensar, de contar los años desde la última vez que vi tu hermoso rostro. No sé si estarás en este mundo o en el otro. Pero mi amor, seguirá encendido, como una llama, en mi corazón de mi piedra.
¡Oh, la última imagen es preciosa, Neus! El corazón es una roca ardiente… Saludos
Me gustaMe gusta