La magia de las letras tienen un poder mucho más fuerte y espiritual de lo que nos creemos. Esa noche Juanjo, se encontraba delante del ordenador. De día trabajaba como diseñador gráfico y por las noches se convertía en escritor independiente.
Apenas dormía, aunque tampoco necesitaba dormir tantas horas seguidas. Su cuerpo aguantaba, aunque el café también ayudaba. Vivía solo en un apartamento de pocos vecinos. Miro su reloj que marcaba las doce de la noche y su mente empezó a imaginar y crear historias por relatar y plasmar en su portátil.
Buenas noches a todo a aquel que me lee, seres de la noche. Criaturas oscuras, provenientes de las tinieblas, almas errantes, almas vendidas al mismísimo Diablo. Y también bienvenidos a mi historia a aquellas almas que encontraron la escalera que les conducía a la Luz.
Sed bienvenidas todos. Sed testigos de mi historia en el camino de la llamada Vida, por el que todos hemos pasamos alguna vez, incluido yo.
La Vida, hermosa y divina como ella misma, aunque temible en ocasiones. A veces, no es como nos gustaría que fuese. No es un camino de rosas. En ocasiones te puedes encontrar con las espinas de cada rosa que dejan huellas en tu piel por el camino…
Echo la vista atrás y aún me duelen algunas de esas espinas que clavadas siguen en mi memoria y alguna que otra en mi corazón. No voy a ser melodramático, pero es que la vida no es tan bella como la pintan. Por eso por las noches hablo con los seres de la noche, aquellos que dejaron la vida para pasar a las tinieblas o volverse almas errantes, perdidas, que vagan por la tierra en busca de compañía. De alguien como yo, que les escuche.
No voy a negarlo, a veces me es grata su compañía. No siempre me vienen a visitar las mismas almas, pero las que en que ocasiones me vienen a visitar en busca de compañía son aquellas que vagan por la tierra, perdidas en la oscuridad. ¿Quien en ocasiones no necesita un poco de compañía?.
No temo a la muerte. He aprendido tanto de las almas y ellas me han enseñado cosas que ni yo mismo ni vosotros entenderíais, por el momento. Mi momento, aún no ha llegado. Todavía tengo espinas clavadas que en esta llamada Vida tengo que resolver.
Regresaré. Más tarde o más temprano y seguiré con mis relatos. Ahora me reclama el sueño.
Buenas noches.
Interesante
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