Delson era un hombre ya entrado en años. De carácter humilde y tranquilo. Su sobrino al igual que muchas otros, nunca entendieron porque no había vuelto a comprometerse con nadie. En sus años mozos, cuando era más joven, muchas fueron la jóvenes muchachas que volvieron a intentar conquistarlo, en vano. Nadie lo entendía. Hasta que dejaron de insistir.
Sólo una de ellas le había robado el corazón. Delson se había comprometido con una joven hermosa y de dulce mirada que le gustaba mucho tocar el arpa. Sus melodías le llenaban de vida. Pero una desgracia sobre ellos se cernió a los pocos meses. Delson se había comprometido con ella pero no llegó nunca haber matrimonio alguno. Una sombra oscura y dolorosa se llevo a su amada a la tumba, padeciendo ésta del corazón repentinamente.
-Delson, aunque sonido de mi arpa ya no puedas oír, ni mis labios besar – le decía en su habitación.
-Sólo habrá una mujer en mi vida, Diana – eres tú.
-Delson, no vas a estar solo – Aunque abandone esta vida, cerca de ti permaneceré. En la vida y en la muerte juntos estaremos.
Se besaron por última vez, fusionados por un amor eterno.
A los pocas semanas de su fallecimiento decidió mudarse a una vivienda de pocos vecinos, cerca de un cementerio. Nunca se supo el por qué. Por prudencia sus familiares más cercanos tampoco quisieron preguntar.
Pasaron los años y Delson sabía que no estaba solo, a su lado, una mariposa blanca revoloteaba siempre, como un imán. Nunca le abandonaba. A dónde fuera Delson, la mariposa blanca permanecía a su lado.
Un día su sobrino fue a visitarlo para saber cómo se encontraba. Los años habían pasado y con él Delson había llegado a su vejez. Hallándose enfermo de una bronquitis que le hacia estar muy bajo de defensas. Su sobrino, se cruzó con el cementerio, Decidió visitarlo, para poder entender que es lo que hizo que su tío se mudara. Ando en silencio al lado de las tumbas que frecuentaban el lugar. Su piel se erizó al ver en una de ellas de color blanca el nombre de Diana. Ahora lo comprendía todo.
Su tío quería estar al lado de su amada a la que perdió antes de poder contraer matrimonio. Fue rápidamente a la casa donde vivía y a su lado, la mariposa permanecía en su cama. Delson estaba muy débil…
Esa misma noche, por la madrugada sus ojos se cerraron. Dejando su cuerpo inerte y sin vida….Por el contrario, su alma voló convirtiéndose en forma de mariposa blanca, junto a su amada.
Mientras sus familiares lloraban en su entierro…su sobrino alzó la mirada y vio a dos mariposas juntas volar. Una sonrisa en su rostro se dibujó.